LA CRISIS Y LOS DESAFIOS DE UN BUEN GOBIERNO EN MICROFINANZAS
La pandemia por el COVID-19 también es una oportunidad para que las entidades del sector demuestran que la implementación de un Buen Gobierno Corporativo (BGP) ayuda a mermar e incluso mejorar los estados financieros.
De acuerdo con información de la SBS, durante el 2020 aproximadamente el 50%, de un total de 43 entidades financieras que captan depósitos del púbico, reportaron importantes pérdidas del ejercicio y, en casi todos los casos, han registrado sustanciales y menores utilidades a las obtenidas en el año 2019, afirmó Armando Olivares López, exintendente de Microfinanzas de la SBS.
Las pérdidas registradas en el sistema financiero se explican por el impacto de la pandemia de Covid-19. En opinión del especialista el complicado escenario genera grandes desafíos a la gobernabilidad y a la gestión integral de riesgos en torno a las entidades del sistema financiero. La clave para que las microfinancieras hagan frente al impacto del Covid-19 en sus estados financieros es un buen gobierno corporativo.
RELEVANCIA
Los 13 Principios de Buen Gobierno Corporativo (BGC) del Comité de Supervisión de Basilea están referidos a las responsabilidades, aptitudes y prácticas del directorio, la gerencia, la gestión del riesgo, el cumplimiento, auditoría interna, retribuciones, divulgación y transparencia, así como el papel del Supervisor.
“Si bien no existe un enfoque único para el BGC, estos principios proporcionan un marco en el que las Instituciones Financieras y los Supervisores deben operar para lograr una sólida y transparente gestión del riesgo y la toma de decisiones, promoviendo así la confianza pública y preservar la seguridad y solidez del sistema financiero”, comentó Olivares López.
Para el exintendente de la SBS, un sólido gobierno corporativo genera muchos beneficios principalmente en la reputación y en la confianza pública, que es la columna vertebral del Sistema Financiero. Resaltó que la responsabilidad primordial de contar con un BGC recae fundamentalmente en el directorio y la gerencia.
Según Olivares López, con el fin de preservar un gobierno corporativo sólido y efectivo, la gerencia y el directorio deben “gobernar” las entidades financieras bajo los siguientes parámetros:
1.- Cada uno cumple su rol asignado y si no se dan interferencias o intervencionismos que afecten las autonomías.
2.- Existe cero conflictos de interés y cero en malas prácticas y/o prácticas cuestionables.
3.- Cuando se presenten problemas importantes o acciones correctivas significativas, se dé un sustancial involucramiento del directorio en la búsqueda de soluciones oportunas.
4.- Como parte del ejercicio de su obligación y autoridad, el directorio fiscaliza las acciones de la gerencia y su consistencia con las políticas y planes aprobados, asegurándose que las estrategias de negocios y sus exposiciones de riesgo son consecuentes con los parámetros de riesgo establecidos por el directorio.
5.- Cuando la gerencia no es renuente a ejercer control efectivo sobre las actividades de profesionales que dependen de ellos y aparentemente son “estrellas”.
6.- Cuando se gobierna de manera transparente y cuando se vigila las evaluaciones regulares de cumplimiento de las leyes y regulaciones aplicables, así como también las políticas internas, como parte de una “cultura de cumplimiento”, entre otras importantes acciones de buen gobierno.
“Recordemos que el gran fondeo en la gran mayoría de las Instituciones Financieras proviene principalmente de los recursos dinerarios de millones de depositantes o ahorristas que, por lo cual se considera también al buen gobierno corporativo como un elemento de protección de los depositantes y de atención especial del supervisor”, comentó Olivares López quien ahora se desempeña como profesor de ESAN.
A RECORDAR
Para el exintendente de Microfinanzas, las anteriores crisis financieras demostraron que las instituciones que cuentan con buenas prácticas de gobierno son aquellas que muestran una mayor resiliencia o adaptabilidad para hacer frente a la adversidad o a la crisis. La experiencia también nos hace ver que, a veces, una institución financiera con debilidades en el gobierno corporativo, suele presentar un desempeño menos favorable.
Citó como ejemplo la crisis hipotecaria subprime que estalló el año 2008 en EE. UU. y que se extendió al mundo. Según Olivares, dicha crisis fue el “resultado de una serie de debilidades en el gobierno corporativo de las empresas bancarias, asociadas a malas prácticas en la gestión del riesgo. Como resultado, 35 banqueros fueron sentenciados en los Tribunales”.
“Las crisis nos han demostrado que un sólido y buen gobierno corporativo genera muchos beneficios a la estabilidad y solidez Institucional”, aseguró.
La responsabilidad de la SBS es supervisar los riesgos de la gobernabilidad, entre otros importantes riesgos, así como de evaluar permanentemente la idoneidad e integridad de los directivos de las instituciones financieras.
“Para la actual crisis y en su rol prudencia, la SBS ha emitido numerosas normas regulatorias preventivas y promovido normas legales en apoyo a las instituciones financieras para asegurar adecuados niveles de liquidez. El objetivo es prevenir posibles riesgos de deterioro de cartera por las reprogramaciones crediticias, fortalecer los patrimonios, que los estados financieros reflejen la realidad en el tratamiento de los intereses y un mayor involucramiento de la Junta General de Accionistas y del directorio, entre otras importantes medidas para preservar la estabilidad y solidez del sistema financiero”, detalló Olivares López.
RETOS Y DESAFIOS DE BUEN GOBIERNO EN LAS INSTITUCIONES DE MICROFINANZAS
1.- Es prioritario centrarse en el rediseño de las estrategias y en planes de acción para reorientar esfuerzos en la sostenibilidad y continuidad operativa de la empresa.
2.- La crisis está ocasionando problemas y fuertes impactos en los resultados de gestión, pero también está impulsando oportunidades de cambios, adaptaciones y nuevos retos en las formas de trabajo. Todos estos desafíos serán nuevas oportunidades para fortalecer la sostenibilidad y continuidad operativa de la empresa.
3.- También será un desafío permanente el adaptarse y cumplir con las nuevas exigencias regulatorias de la SBS, las cuales impactan en la vida institucional. En una crisis, el supervisor pone mayor atención a los temas de gestión de riesgos y a las de acciones de gobernabilidad.
4.- Esta crisis está generando mayores desafíos al directorio y a la gerencia que deben impulsar la mayor confianza posible a sus organizaciones. Además, de establecer los lineamientos de acción y las políticas para la oportuna identificación y gestión de una gama completa de riesgos.
5.- Como respuesta a la pandemia y a la crisis económica, está surgiendo la imperiosa necesidad de priorizar la transformación digital y tecnológica, impulsando el mayor acceso y uso de canales digitales para competir mejor, fidelizar a sus clientes, reducir costos y adecuándose a la innovación tecnológica y adaptarse a los nuevos tiempos para que los clientes tengan la mejor experiencia con sus Instituciones.