LA CRISIS COMO OPORTUNIDAD
LEYENDA: Las medidas tomadas por el Gobierno para frenar el avance de la pandemia paralizaron el sector turismo, principalmente en Cusco, región que tiene como eje económico dicha actividad. Por ende, los microempresarios locales vieron complicado cumplir sus obligaciones crediticias. Para no verse afectada, Caja Cusco diversificó su cartera de créditos al sector rural lo que le ha dado buenos resultados, aseguró Walter Rojas Echevarría, Gerente Central de Negocios de Caja Cusco.
—¿Cómo le ha ido a Caja Cusco en el primer cuatrimestre del año?
La actividad económica en Cusco depende del turismo, entonces al verse cerrado este sector por la pandemia nuestros clientes se han visto afectados y evidentemente Caja Cusco ha sido fuertemente afectada comparado con otras Cajas. No obstante, no nos hemos quedado de brazos cruzados esperando que el turismo se reactive. Tomamos la pandemia como una oportunidad. Hemos visto otros nichos de mercado y hemos alcanzado crecimientos interesantes.
Por ejemplo, en el mes de enero estábamos en el cuarto lugar en el sistema de cajas, ahora estamos en el tercer lugar.
—¿Cuáles son los nichos de mercado que han incursionado o potenciado?
Nos hemos metido más a la zona rural. Ahí es donde estamos atacando y alcanzando el mayor crecimiento. Además, hemos empezado a buscar segmentos que no atendíamos porque lo mirábamos con cierto riesgo, pero hemos mejorado la tecnología e hizo que mejore el crecimiento.
—¿En qué nivel están sus ratios de morosidad?
La mora refleja la calidad de tus colocaciones. Me alegra comunicar que en marzo pasamos de segundo lugar al primero en calidad de mora. Somos la Caja con el indicador de mora mas baja del sistema de cajas municipales.
—¿Cómo cerraron el 2020?
Durante el 2020, Caja Cusco fue la caja que tuvo el mayor crecimiento, el mayor dinamismo que le ha dado con los programas del gobierno. Este 2021 empezamos con pie firme, tenemos la mora mas baja del sistema e incluso nuestras utilidades se han duplicado en los primero cuatro meses comparados con similar periodo del año 2020.
—¿Cuáles son sus expectativas para este año?
Seguir manteniendo ese tercer lugar de posicionamiento a nivel de cajas. Ya somos de las cajas grandes. También apuntamos a seguir manteniendo ese primer lugar en calidad de cartera y mejorar el posicionamiento de marca a nivel nacional ingresando a nuevos mercados como el oriente, la selva oriente, el norte y también consolidar las utilidades, probablemente no como el 2019 pero sí duplicar lo que hemos tenido el 2020
CRÉDITOS A LARGO PLAZO
—¿Cómo cambió el sector micro financiero con la pandemia?
Hay que mirarlo desde dos perspectivas, antes y después de la pandemia. Antes se veía el mercado, principalmente en el sector pequeña empresa, por un tema de campañas como el Día de la Madre, navideñas, fiestas patrias, escolar. Se movían ventas fuertes y los créditos se trabajan a corto plazo, se pagaban pronto. Ahora se ve al mercado por un tema de reactivación
Básicamente antes de la pandemia se trabajan créditos a 3 o 6 meses, máximo 12. Ahora los créditos se manejan a un mínimo de 1 año o 24 meses, incluso se otorgan periodos de gracia. Esto se entiende porque la economía está en proceso de reactivarse y los microempresarios necesitan liquidez.
Otro punto, los márgenes de ganancia no son los mismo. Antes tenías márgenes entre 30% y 25%, ahora estamos entre 20% y 15%.
—¿Esos menores márgenes por qué son?
Eso se debe a dos efectos. Primero no hay mucha demanda; segundo, por el aumento de la competencia debido a que ahora hay más microempresarios, la gente que ha perdido su trabajo lo que ha hecho es salir a la calle, la gente que ha dejado de trabajar formalmente o de manera informal pero que tenia un trabajo y ahora al no tenerlo ha salido a la calle a hacer algún negocio.
Entonces al aumentarse mayor competencia, mayor demanda, se reducen los precios y se reducen los márgenes.
—¿Este nuevo escenario cómo ha impactado en los estados financieros de las entidades del sector micro financiero?
El primer impacto lo hemos tenido el año 2020. Las utilidades del sistema de Cajas se han reducido entre 25% y 30%. Si comparamos resultados del año 2020 frente al 2019 se aprecia que las utilidades se redujeron entre 60% y 70%.
Durante este año se ha ido mejorando paulatinamente. No olvidemos que apenas vamos cuatro meses del año. Es temprano para hablar de una reactivación económica, pero las utilidades que se están consiguiendo se están destinando para provisiones porque hay un deterioro de la cartera de crédito.
—¿En ese deterioro influye la cartera reprogramada?
Hay mucha cartera reprogramada el año 2020 que se está venciendo el 2021. Entonces muchos negocios no han podido reactivarse, no han podido funcionar y esa cartera se tiene que estar provisionando. La Superintendencia promueve las provisiones voluntarias frente a un posible escenario de créditos impagos. Como las personas no están pagando se tiene que incrementar las provisiones y esto impacta en la utilidad.
—El embalsamiento de los créditos, por la cartera reprogramas, no permite una lectura correcta de los ratios de morosidad…
Del total de la cartera reprogramada el año 2020, aproximadamente un 20% no se está pagando. Y ese 20% hay que provisionarlo. Ahora no es que ese 20% de los créditos se perdió, sino que esos negocios van a empezar a salir de manera más pausada, más lento.
—¿Cuánto afecta el retiro de la CTS en las entidades del sector micro financiero?
El retiro de la CTS afectará en la liquidez de las entidades, pero recuerda que la CTS en la estructura de captaciones representa un 15%, máximo un 20% dependiendo de las entidades que han acumulado. Definitivamente el 100% de la CTS no van a retirar. Ahora estamos viendo una salida del 5% que fácilmente esto se puede cubrir con adeudados, con líneas de contingencia.
El retiro de la CTS no es del todo malo. La liberación de esos fondos permitirá a mejorar el consumo de las personas, es decir, gastarán más dinero y eso ayuda a dinamizar la economía. Otras personas pagarán sus deudas, mientras que otros emprenderán un negocio.
Lo que si va a afectar a futuro. Esas personas que usan su CTS ahora quedarán vulnerables en un mediano o largo plazo. Se quedarán sin un colchón de dinero en caso pierdan su trabajo.